El director David Valero demostró con el documental Los increíbles su profunda confianza en las personas. Aquella ópera prima mostraba a tres individuos que luchaban contra la adversidad como verdaderos superhéroes, aunque no tuvieran poderes sobrehumanos.

Ese optimismo acerca de la posibilidad de superar las circunstancias más duras vuelve a estar presente en Enemigos. Escrita por el realizador junto a Jorge Amador, la cinta nos muestra a dos chavales que se encuentran confrontados desde hace años. Chimo ha sido tradicionalmente las burlas y la violencia de El Rubio. Sin embargo, a pesar del evidente odio que siente el primero por el segundo, sus sentimientos cambiarán cuando el victimario sufra un accidente. Contra todo pronóstico, y a pesar de los recelos iniciales, ambos acabarán convirtiéndose en amigos.

Lo que en un principio podría haber degenerado en una película de violencia en un entorno marginado, un asunto tratado frecuentemente en el denominado cine quinqui, se convierte en una bella historia humanista sobre la importancia del perdón y de ponerse en la piel del otro. En definitiva, los dos chavales acaban convirtiéndose en dos particulares héroes en un mundo difícil, como ocurriera con los protagonistas de Los increíbles.

Valero acierta a la hora de crear diálogos creíbles y convirtiendo a la música urbana, la preferida por la juventud actual, en un elemento importante en el filme y la principal forma que tienen estos chavales en mostrar su situación y descontento. Ayuda a la verosimilitud del conjunto unas localizaciones que reflejan perfectamente los suburbios de una gran ciudad actual.

Otro punto fuerte es la dirección de actores. Christian Checa aporta credibilidad a esa víctima que tiene que perdonar a su mayor oponente, mientras que Hugo Welzel inyecta fuerza a ese matón que oculta tras la violencia a un chico sensible víctima de una terrible situación familiar. A ello hay que añadir la sensibilidad con la que aborda Estefanía de los Santos a una madre buena que ha tenido que sacar adelante a su familia sin la ayuda de un padre.

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